El uso de herbicidas selectivos permite proteger nuestros cultivos
Las denominadas “malas hierbas” son todo aquel crecimiento vegetal que compite con nuestros cultivos vegetales, perjudicando su crecimiento y llegando a afectar a la cosecha posterior. Por ello, desde hace muchos años, se disponen de cada vez más soluciones orientadas a la eliminación selectiva de estas malas hierbas.
La clave está en conseguir eliminar dicha vegetación sin
afectar al cultivo principal o a vegetación beneficiosa.
Por otro lado, existen diferentes tipos de malas hierbas,
por lo que encontraremos en el mercado diferentes tipos de preparados
específicos para cada tipo de especie, lo que se conoce como herbicidas
selectivos.
Para que su aplicación sea óptima deberemos tener un control
sobre las malas hierbas para que, en cuanto detectemos su presencia, podamos
actuar a tiempo, antes de que afecten al cultivo principal.
Los herbicidas selectivos: funcionamiento
Los herbicidas selectivos son aquellos formulados específicamente
para una especie/s concreta de malas hierbas.
Dichos herbicidas se aplican directamente en el campo, ya
que su acción se realiza por contacto directo con la planta. Esta absorberá el
producto a través de sus raíces, tallos y hojas. El resultado final será el
control de las malas hierbas evitando su proliferación inhibiendo su
crecimiento, hasta que se produce la muerte de la planta.
Transcurridas unas 48 horas desde su aplicación, este
consigue detener el crecimiento de las plantas que, en el transcurso de los
días, irán desecándose hasta morir, por el efecto de este.
Tipos de herbicidas
La forma más habitual de clasificar los herbicidas es en
herbicidas de hoja ancha y de hoja estrecha. Es la forma generalista de denominar
a malas hierbas de distintas especies.
Ambos pueden aplicarse durante la primavera y el otoño y
habitualmente suele ser necesario realizar más de una aplicación.
¿Cuándo se aplican los herbicidas?
Aunque la primavera es la época de mayor crecimiento de las
hierbas, lo cierto es que, dependiendo de la especie, estas pueden proliferar durante
todo el año. Por eso, la aplicación de herbicidas puede hacerse en dos periodos,
fundamentalmente la primavera y otoño, e incluso, de forma preventiva.
Antes de su aplicación, recomendamos contar con el asesoramiento
de un especialista que nos pueda indicar el producto más adecuado para nuestro
campo. No solo eso, sino que nos indicará las dosis precisas de aplicación y si
es necesario repetir esta al cabo de un tiempo determinado.
Debemos tener en cuenta que es importante respetar las
recomendaciones de uso del fabricante ya que, en caso contrario, podemos
comprometer nuestro propio cultivo principal.
También debemos usarlas con moderación, solo cuando se
absolutamente necesario ya que un abuso de este tipo de productos puede crear
resistencia de la especie a este producto, debido a un sobreuso.
Los herbicidas selectivos son una gran herramienta al
alcance de los agricultores profesionales que les permite controlar uno de los
aspectos que puede influir en la cantidad y calidad de sus cultivos.
Como expertos en repuestos para tractores y productos agrícolas,
te recomendamos que consultes con especialistas en el control de malas hierbas.