Las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura nos ayudan a optimizar y controlar el rendimiento de los cultivos
Los avances en agricultura buscan la máxima optimización y rendimiento de los terrenos de cultivo, además de aumentar el control sobre lo que está pasando a tiempo real y, por extensión, la comodidad y ahorro de tiempo para los productores.
Aquí van algunos ejemplos de cómo las tecnologías
pueden ayudar con ello:
Agricultura de precisión
La agricultura de precisión se puede definir como «un sistema integrado de información y producción agrícola que puede recopilar datos precisos en cada uno de los terrenos y, por lo tanto, personalizar el cultivo de cada emplazamiento de forma independiente» (Zhang, Dabipi y Brown, 2018).Se trata de una solución que tiene en cuenta las particularidades de cada parcela de terreno en la que se va a desarrollar la actividad agrícola con el objetivo de aumentar el rendimiento y reducir el impacto ambiental. Para ello, se emplean sensores, drones o software de análisis de información que permiten recopilar datos sobre parámetros como la humedad del suelo, la temperatura, la luminosidad o la composición química.
Aunque la agricultura de precisión es una práctica relativamente nueva, su adopción está ganando terreno debido a sus ventajas competitivas en comparación con otros sistemas de agricultura. Según un estudio llevado a cabo por la consultora internacional A.T. Kearney, «las empresas que adoptan la agricultura de precisión mejoran en promedio un 10 % el rendimiento de sus cultivos, reducen en un 20 % el uso de agua y fertilizantes, y mitigan en un 30 % el impacto ambiental» (A.T. Kearney, 2016).
Internet de las cosas
En los últimos años, el concepto de «Internet de las cosas» (IoT, por sus siglas en inglés) ha cobrado mayor relevancia a raíz de la generalización de las redes de comunicación inalámbrica (conocidas como «Wi-Fi») y el avance en el desarrollo de sensores para agricultura. Según la definición de la organización internacional GSMA, el IoT «consiste en la interconexión de objetos físicos, cosas que todos usamos en nuestra vida diaria, con Internet, lo que nos permite acceder a él.Esto nos permite mantener en todo momento el
control del estado de nuestros campos de cultivo.
Drones y sensores
Si bien el uso de drones y sensores en la agricultura es relativamente reciente, sus posibilidades son considerables. Los drones se están utilizando, por ejemplo, para el control de plagas e insectos, la predicción de tormentas o el análisis de la vegetación.Por su parte, los sensores se emplean para medir
la humedad del suelo, la salinidad, la temperatura o la presión de aire, lo que
permite realizar una gestión más eficiente de los cultivos.
Robots agrícolas
Tal y como recogen los estudios de la consultora MarketsandMarkets, el mercado de robots agrícolas experimentó un crecimiento del 22,8 % en el año 2017 y se situó en el entorno de los 2,9 mil millones de dólares. Los robots se están utilizando en la agricultura para desarrollar tareas como la siembra, el riego, el control de plagas o la recolección de frutos.Ordenadores y tablets
Las tablets y los ordenadores se están utilizando
cada vez más en la agricultura como herramientas de gestión. Gracias a las
aplicaciones desarrolladas especialmente para estos dispositivos, el agricultor
tiene a su disposición una gran cantidad de información sobre el estado de los
cultivos, la meteorología, el precio de las semillas o las actividades de las
cooperativas agrícolas.
Aplicaciones móviles
Las
aplicaciones móviles son otra forma de introducir la tecnología en el mundo de
la agricultura. Gracias a ellas, los agricultores pueden acceder en tiempo real
a información sobre el estado de sus cultivos, lo que les permite tomar mejores
decisiones en cuanto a la gestión de los mismos.
Cloud agrícola
Los
servicios en la nube están jugando cada vez un papel más importante en el
sector de la agricultura. Su flexibilidad y capacidad para gestionar grandes
volúmenes de información les convierten en una herramienta ideal para almacenar
y analizar datos procedentes de sensores, drones o robots.
Eficiencia en sistemas de riego
Aunque la agricultura inteligente todavía se
encuentra en una fase inicial de desarrollo, sus posibilidades son
considerables.
Ya se está
trabajando en soluciones que apuntan a mejorar la eficiencia en el riego, de
forma que se reduzcan las pérdidas por sobreexplotación, se optimice el uso de
agua y se aumente la productividad.
En este sentido, se están desarrollando sistemas
de riego inteligente que permiten una mejor gestión de la humedad en el suelo e
implican una reducción en el uso de agua. Así, por ejemplo, el riego por goteo
consigue una eficiencia de hasta el 95 % frente al riego por aspersión, que
tiene una eficiencia media del 50 %.
Biotecnología en los cultivos
Una segunda área de avance tiene que ver con la mejora genética de los cultivos. Gracias a la biotecnología, se están desarrollando especies resistentes a las sequías o que mejoran sus capacidades nutricionales. De este modo, es posible cultivar en zonas con escasos recursos hídricos o ampliar las fronteras agrícolas.A lo largo de este artículo se ha dado una panorámica de la agricultura inteligente y de las principales soluciones tecnológicas que la integran.
Poniendo el énfasis en la agricultura de precisión, una de las áreas de mayor interés por su potencial para mejorar la productividad de los cultivos.
Las TIC se
presentan, por tanto, como una herramienta clave para mejorar la eficiencia en
la producción agrícola y reducir el impacto medioambiental. Su adopción, sin
embargo, va a depender de la capacidad de los productores.