Descubre qué piezas se desgastan más en tractores SAME con trabajos intensivos y cómo prevenir averías con mantenimiento y recambios adecuados.
Los tractores SAME son conocidos por su robustez, fiabilidad y larga vida útil. No es casualidad que muchos de estos tractores acumulen miles de horas de trabajo en explotaciones agrícolas de todo tipo. Sin embargo, cuando un tractor SAME se somete a trabajos intensivos (largas jornadas, cargas elevadas, terrenos difíciles o campañas continuas), el desgaste de ciertos componentes es inevitable.
Identificar qué piezas sufren más desgaste, entender por qué ocurre y anticiparse con un mantenimiento adecuado es clave para evitar averías graves, reducir tiempos de parada y alargar la vida útil del tractor. En este artículo analizamos las piezas que más se resienten en los tractores SAME cuando trabajan al límite y qué medidas pueden tomarse para protegerlas.
Qué se considera trabajo intensivo en un tractor SAME
Antes de entrar en detalle sobre las piezas que más se desgastan, conviene aclarar qué entendemos por trabajo intensivo. No todos los usos del tractor generan el mismo nivel de exigencia mecánica. Se considera trabajo intensivo aquel en el que el tractor trabaja muchas horas seguidas durante campañas largas, arrastra aperos pesados o realiza labores profundas, opera en terrenos duros o con pendientes, mantiene altas revoluciones de forma continuada o combina labores de campo con transporte con carga elevada.
En estas condiciones, los componentes mecánicos, hidráulicos y de transmisión están sometidos a un estrés constante, lo que acelera su desgaste natural.
Sistema de transmisión: uno de los grandes afectados
La transmisión es uno de los sistemas que más sufre en los tractores SAME sometidos a trabajos intensivos. Es la encargada de transmitir la potencia del motor a las ruedas y a los aperos, y cualquier sobreesfuerzo repercute directamente en su durabilidad.
Antes de enumerar las piezas más afectadas, conviene recordar que una transmisión bien mantenida puede alargar notablemente su vida útil, mientras que una mala gestión del aceite o del uso del embrague puede provocar averías costosas.
- Embrague: especialmente con cambios frecuentes de marcha o arranques con carga.
- Discos y plato de embrague: el desgaste se acelera con aperos pesados o remolques cargados.
- Caja de cambios: sincronizadores y engranajes sufren si no se respeta el mantenimiento del aceite.
- Ejes de transmisión: soportan grandes esfuerzos en labores de tracción continua.
Un embrague que patina, ruidos en la caja o dificultad para engranar marchas son señales claras de desgaste.
Sistema hidráulico: presión constante, desgaste progresivo
El sistema hidráulico es fundamental para el manejo de aperos, elevadores y servicios auxiliares. En trabajos intensivos, este sistema trabaja bajo presión constante, lo que acelera el desgaste de varios componentes.
Antes de listar las piezas más afectadas, conviene destacar que el uso de aceite hidráulico en mal estado es una de las principales causas de fallos prematuros y pérdidas de rendimiento.
- Bomba hidráulica: sufre especialmente en trabajos continuos con cargas elevadas.
- Latiguillos y mangueras: el calor, la presión y el movimiento favorecen fugas y roturas.
- Válvulas y distribuidores: pueden perder precisión o quedar bloqueados.
- Cilindros hidráulicos: juntas y retenes se desgastan con el paso de las horas.
Una pérdida de fuerza en el elevador o movimientos irregulares suelen ser síntomas de desgaste hidráulico.
Motor: piezas sometidas a desgaste continuo
Aunque los motores SAME están diseñados para resistir condiciones duras, el trabajo intensivo implica altas temperaturas, esfuerzos prolongados y ciclos exigentes. Esto provoca un desgaste progresivo de componentes que, si no se controlan, pueden afectar al rendimiento general.
Antes de enumerar las piezas más afectadas, conviene recordar que el mantenimiento del motor es una de las inversiones más rentables para evitar averías graves.
- Filtros de aire: se saturan rápidamente en ambientes con polvo y rastrojo.
- Filtros de aceite y combustible: protegen el motor del desgaste interno.
- Correas: trabajan a tensión constante y sufren con el calor.
- Inyectores: el trabajo continuo puede afectar la pulverización y el consumo.
- Sistema de refrigeración: radiador, manguitos y bomba de agua se resienten con temperaturas elevadas.
Un motor que trabaja caliente, pierde potencia o aumenta el consumo suele estar avisando de un problema incipiente.
Ejes, rodamientos y componentes de rodaje
En trabajos intensivos, especialmente en terrenos irregulares o con transporte de cargas elevadas, los componentes de rodaje soportan vibraciones, impactos y esfuerzos continuos. El desgaste suele ser progresivo y, si no se detecta a tiempo, puede acabar en roturas costosas.
Antes de detallar las piezas más afectadas, es importante entender que muchas averías de rodaje empiezan con holguras pequeñas o ruidos que se ignoran hasta que ya es tarde.
- Rodamientos: tanto en ejes como en ruedas, sufren con el peso y la vibración.
- Ejes delanteros y traseros: especialmente en tractores con tracción total.
- Crucetas y juntas: trabajan continuamente en movimiento y con carga.
- Bujes de rueda: el desgaste aumenta con remolques y transporte pesado.
Revisiones periódicas y engrase correcto ayudan a evitar roturas inesperadas en plena campaña.
Sistema de frenos: seguridad y desgaste en trabajos duros
Los frenos son un elemento crítico de seguridad y, en trabajos intensivos, su desgaste se acelera, sobre todo cuando se realiza transporte frecuente, se trabaja en pendientes o se opera con remolques cargados.
Antes de enumerar las piezas más afectadas, conviene recordar que un sistema de frenos desgastado no solo reduce la seguridad: también puede afectar a otros componentes del tractor por esfuerzos no controlados.
- Discos de freno.
- Elementos de fricción (según el sistema del modelo).
- Bombines y latiguillos.
- Sistema hidráulico de frenos.
Ruidos, pérdida de eficacia o pedal esponjoso suelen ser señales claras de desgaste.
Sistema eléctrico: vibraciones y uso continuo
Aunque muchas veces se pasa por alto, el sistema eléctrico también sufre en trabajos intensivos. Las vibraciones, el polvo y la humedad afectan a conexiones y componentes, provocando fallos intermitentes que pueden parar el tractor.
Antes de listar las piezas más afectadas, conviene recordar que un fallo eléctrico puede inmovilizar la máquina incluso si el motor está en buen estado.
- Batería: ciclos de carga y descarga continuos reducen su vida útil.
- Alternador: trabaja constantemente alimentando sistemas eléctricos.
- Cableado y conectores: vibraciones y humedad provocan falsos contactos.
- Sensores: especialmente en modelos más modernos o con electrónica avanzada.
Neumáticos: el contacto directo con el terreno
Los neumáticos son uno de los elementos que más desgaste visible presentan en trabajos intensivos. Su duración depende del tipo de suelo, la carga, la presión y el porcentaje de uso en carretera.
Antes de listar los factores de desgaste, conviene recordar que un neumático en mal estado aumenta el consumo, reduce la tracción y puede generar vibraciones que afectan a otros componentes.
- Sobrecarga habitual.
- Presión incorrecta.
- Terrenos abrasivos o pedregosos.
- Transporte frecuente por carretera.
Revisar presión y estado de la goma es una tarea simple, pero clave para la eficiencia.
Importancia del mantenimiento preventivo en tractores SAME
Todos los desgastes mencionados forman parte del uso normal de un tractor sometido a trabajos exigentes. La diferencia entre una explotación eficiente y una llena de averías está en el mantenimiento preventivo, que permite detectar el problema antes de que se convierta en avería.
Antes de enumerar las ventajas del mantenimiento planificado, conviene subrayar que sustituir un componente a tiempo casi siempre es más barato que reparar una avería completa.
- Detectar desgaste antes de que sea avería.
- Reducir costes de reparación.
- Evitar paradas en plena campaña.
- Alargar la vida útil del tractor SAME.
Los tractores SAME están preparados para trabajos intensivos, pero ningún tractor es indestructible. La transmisión, el sistema hidráulico, el motor, los frenos, el sistema eléctrico y los neumáticos son las partes que más desgaste sufren cuando el tractor trabaja al límite.
Conocer estos puntos críticos permite anticiparse, planificar el mantenimiento y sustituir piezas antes de que fallen. De este modo, el tractor mantiene su rendimiento, se reducen costes y se garantiza la continuidad del trabajo en el campo.
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